lunes, 29 de marzo de 2010

Reflexion # 2 de Paulo Coelho: Sobre cuidar y querer a los animales.


Una lección: el cielo y el infierno

Un hombre, su caballo y su perro caminaban por un sendero. Al pasar cerca de un árbol gigantesco, cayó un rayo, y los tres murieron fulminados.

Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había dejado este mundo, y siguió caminando con sus dos animales (a veces a los muertos les lleva un tiempo ser conscientes de su nueva condición...).

La caminata se hacía muy larga, colina arriba, el sol era de justicia, y todos terminaron sudados y sedientos. Necesitaban desesperadamente agua.

En una curva del camino, avistaron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plaza adoquinada con bloques de oro, en cuyo centro había una fuente de donde manaba un agua cristalina.

El caminante se dirigió al hombre que guardaba la entrada:

-Buenos días.

-Buenos días -respondió el hombre.

-¿Qué lugar es Este, tan bonito?

-Esto es el cielo.

-Pues qué bien que hemos llegado al cielo, porque nos estamos muriendo de sed.

-Usted puede entrar y beber toda el agua que quiera.

Y el guarda señaló la fuente.

-Mi caballo y mi perro también tienen sed.

-Lo siento mucho, pero aquí no se permite la entrada de animales.

Al hombre, aquello le disgustó mucho, porque su sed era grande, pero no estaba dispuesto a beber él solo; dio las gracias y siguió adelante.

Tras mucho caminar, ya exhaustos, llegaron a una finca que tenía por entrada una vieja portezuela que conducía a un camino de tierra, bordeado por árboles en sus dos orillas.

A la sombra de uno de los árboles había un hombre tumbado, con la cabeza cubierta con un sombrero, posiblemente durmiendo.

-Buenos días -dijo el caminante.

El hombre apenas respondió meneando la cabeza.

-Tenemos mucha sed, mi perro, mi caballo y yo.

-Hay una fuente en aquellas piedras -dijo el hombre señalando el lugar-. Pueden beber cuanto les plazca.

El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y mataron su sed. A continuación, regresó para dar las gracias.

-A propósito, ¿cómo se llama este lugar?

-Cielo.

-¿Cielo? ¡Pero si el guarda de la puerta de mármol dijo que el cielo era allá!

-Eso no es el cielo, es el infierno.

El caminante se quedó perplejo.

-¡Pero ustedes deberían evitar eso! ¡Esa falsa información debe causar grandes trastornos!

El hombre sonrió:

-De ninguna manera. En realidad, ellos nos hacen un gran favor. Porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a los mejores amigos...

domingo, 14 de marzo de 2010

ANALOGÍA DEL AJEDREZ




En una clase de filosofía, el profesor menciono la palabra "peón" al hacer alusión al que sigue una epistemología pesimista. Inmediatamente pensé en el ajedrez y lo asocié con muchas ideas, pero me llamó la atención poder asociar el ajedrez con el sistema actual... Entonces meditaba sobre los papeles que estamos cumpliendo dentro de este sistema y me di cuenta que sería interesante un análisis mas detallado sobre esta analogía...

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Empecemos por el Peón, ya que con esta palabra surgió la idea. Un peón es el individuo que accede a la normatividad del sistema, cumple con una rutina de trabajo y vive subyugadamente por un jefe, superior o rey. Es el individuo sin rostro propio, que hace parte de la masa trabajadora (En el ajedrez son 7 mas). Solo tiene un camino unilateral y lento, paso a paso, casilla a casilla, sin opciones de hacer algo distinto con su vida; solo obedecer, trabajar y producir. Tiene escasas oportunidades de hacer otra cosa que salga de la rutina, cuando derrota competitivamente a otro peón para conseguir empleo o para lograr un ascenso; ahí avanza una casilla diagonal. . Pero no todo es malo para el peón, ya que es el único jugador versátil; cuando triunfa en la vida llegando en la ultima fila de casillas, puede convertirse en lo que desee, en un rey o por que no, en una dama. El camino a trazar es largo y difícil, pero tiene su gran recompensa.

Luego hablemos de la Torre. Una torre seria el individuo grotesco, el supervisor que maneja a los peones, mas no es el jefe máximo. Con un escaso poder otorgado, ejerce una enorme e injusta autoridad. También tiene un camino unilateral, pero a diferencia del peón, éste va muy rápido, su vida es bidimensional; tiene algunas influencias, tal vez haga trampas, pero gana más y trabaja menos que el peón.

Seguimos con el Caballo (extraño que en el ajedrez un animal tiene mas poder que un peón). El caballo seria el aventurero individuo, el creativo, el inventor, el artista, el que confía en sus propias habilidades para triunfar en la vida; no es tan rápido como la torre, pero construye su propio camino y es muy efectivo en su recorrido (tanto que salta sobre cualquier jugador). Por lo tanto, representa una cierta libertad, por lo menos mas libertad que el peón, como un caballo salvaje galopeando en medio de la naturaleza.

Ahora nos remontamos con el Alfil (la ficha del ajedrez por la cual me siento mas identificado). El alfil, el religioso, el intelectual, el pensante, es el otro individuo aventurero, tampoco sigue las reglas, también construye su propio camino; va por la tangente del sistema. Pero a diferencia del caballo, avanza muy rápido en su camino. Su debilidad es que debe superar los obstáculos de su camino, sobrepasar esa normatividad del sistema, esperar a que los peones abran paso para avanzar. Aun así es estratégico, puede llegar a la última casilla en dos movimientos, puede generar el jaque en una jugada.

Bien, vamos al plato fuerte: El Rey. Es el jefe máximo, el líder, el gobernante de alguna entidad, puede ser el presidente de una república. Tiene tanta libertad que puede ir a donde quiera, su vida se proyecta en torno a los 360 grados. Pero tiene tanto poder que se vuelve perezoso y deja el trabajo duro para los demás; solo manda. Avanza como un peón por la pereza, pero puede ir a donde quiera, porque es el rey.

Y por ultimo la Dama. Si el tablero ya suponíamos que era el sistema mismo, la dama que seria entonces? Claro! es el individuo que maneja el sistema. Serían las personas mas ricas del mundo, tienen un poder monstruoso producto de su fortuna, incluso tienen mas poder que el mismo rey, un dueño de una multinacional ejerce mayor autoridad que el mismo presidente de un país. Puede ir a donde se le antoje, a la velocidad que quiera, es el dueño de su propio destino. Pero no deja de ser mortal, no es invencible, hasta un peón lo puede derrotar (aunque seria un plan en equipo o por que no, una traición, todo se puede).

Esta es mi analogía del ajedrez sobre el sistema... Llego a la conclusión de que la vida es un juego y que de nosotros como jugadores escogemos que papel realizar dentro de la vida, si conformarnos con las migajas del sistema siendo peones o recorrer otros caminos para llegar al éxito, como también construir su propio camino; y si quieren mas, pueden trabajar arduamente para ser reyes o, con ambición, en damas.

También se puede concluir que en la vida no hay total libertad, al imponernos una rutina para progresar en la vida (guardería-colegio-universidad-trabajo), es decir, ya nacemos no progresados; y que la libertad la poseen únicamente los que nos impone esa rutina: Las damas del sistema. Luchar contra el sistema es utópico y hasta romántico, pero uno puede vivir su vida a su modo, tomar sus propias decisiones y lograr sus objetivos con sus propios métodos y herramientas.

Yo como estudiante de filosofía, escogí ser un alfil y me motiva hacerlo para vivir a mi manera. Estimado visitante del blog, cual ficha de ajedrez se siente más identificado???
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